Por María Cañete Usón
Posiblemente a muchos os suenen estas dos palabras, y otros tantos no las hayáis escuchado nunca. Hoy nos adentramos un poquito en el maravilloso mundo del cerebro, ese órgano tan importante en nuestra vida y a la vez tan desconocido todavía por los investigadores.
Las áreas de Broca y de Wernicke se encuentran en el Sistema Nervioso Central, es decir, en los lóbulos del cerebro:
- El área de Broca se encarga de producir el lenguaje y podemos encontrarla en el hemisferio izquierdo (lóbulo frontal). Está implicada en el ordenamiento de fonemas en palabras y en la unión de dichas palabras para formar frases.
- El área de Wernicke se responsabiliza de la comprensión del lenguaje y la encontramos normalmente en el hemisferio izquierdo también (lóbulo temporal). Está implicada en el procesamiento de los sonidos que escuchamos y relacionarlos con el lenguaje que conocemos.
Ambas zonas están unidas por el fascículo arqueado y gracias a esta combinación se conforma nuestro lenguaje, principal característica que nos diferencia del resto de animales.
Cuando una persona padece una lesión en una de estas áreas cerebrales, se ve gravemente perjudicada su producción del habla o su comprensión del lenguaje, dependiendo de cuál esté dañada. Es así como se descubrieron en el siglo XIX estas zonas que llevan el nombre de su descubridor, precisamente.
En concreto, se conocen dos afasias (una afasia es un trastorno del lenguaje producido por una patología cerebral) relacionadas con estas dos zonas:
- Afasia de Broca: Las personas afectadas por esta afasia se caracterizan por la dificultad para producir palabras y unir elementos en una frase, es decir, pérdida de habilidad comunicativa.
- Afasia de Wernicke: Se caracteriza por una gran incapacidad para comprender un mensaje o repetirlo, no entienden lo que se les dice, no son capaces de comprender el lenguaje.