Por María Cañete Usón
El estrés es una respuesta natural del cuerpo frente a desafíos o amenazas que nos ayuda a enfrentar situaciones difíciles. Sin embargo, cuando se vuelve crónico o excesivo, puede tener efectos perjudiciales en la salud física y mental.
Cuando percibimos una situación como estresante, el cerebro activa una respuesta de “lucha o huida”, liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas sustancias preparan al cuerpo para reaccionar rápidamente, ya que aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, incrementan los niveles de glucosa en sangre para proporcionar energía inmediata y redirigen la sangre a los músculos y el cerebro para optimizar la respuesta física y cognitiva.
Si bien esta reacción es útil a corto plazo, una activación constante puede desequilibrar numerosos sistemas del cuerpo:
- Sistema nervioso
El estrés crónico puede sobrecargar el sistema nervioso autónomo, impidiendo que el cuerpo regrese a un estado de relajación. Esto contribuye a problemas como ansiedad, insomnio y fatiga crónica.
- Sistema cardiovascular
La exposición prolongada al estrés puede causar hipertensión arterial, aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares, e inflamación en los vasos sanguíneos.
- Sistema inmunológico
El cortisol elevado suprime la respuesta inmunológica, lo que nos hace más susceptibles a infecciones y retrasa la recuperación de heridas o enfermedades.
- Sistema digestivo
El estrés puede alterar el funcionamiento del aparato digestivo, provocando acidez y reflujo gástrico, síndrome de intestino irritable (SII) y cambios en el apetito, que pueden llevar a comer en exceso o a la pérdida de peso.
- Sistema musculoesquelético
El estrés puede generar tensión muscular persistente, lo que a menudo se traduce en dolores de cabeza, cuello rígido o dolor en la parte baja de la espalda.
- Salud mental
A nivel psicológico, el estrés puede llevar a ansiedad, depresión y problemas de memoria o dificultad para concentrarse.
¿Cómo podemos manejar el estrés?
- Practica técnicas de relajación
- Haz ejercicio regularmente
- Mantén una dieta equilibrada
- Establece límites y prioriza
- Busca apoyo