En 1920, y en pleno apogeo del estudio del condicionamiento en la psicología, los autores Watson y Ryaner tenían la hipótesis de que al principio los niños están limitados en su reactividad emocional, por lo que “debía haber algún procedimiento sencillo por medio del cual el rango de estímulos que pueden despertar las emociones se amplía”. Ese procedimiento sencillo no era otro que el condicionamiento clásico.
En una demostración famosa, Watson y Rayner condicionaron la respuesta de miedo en un niño de 9 meses, Albert, a la presentación de una inofensiva rata blanca de laboratorio.
Había pocas cosas a las que Albert tuviera miedo. Tras probar con varios estímulos, estos autores encontraron que el pequeño Albert se alarmaba cuando se hacía sonar tras su cabeza un fuerte sonido golpeando una barra de acero con un martillo. Utilizaron esta reacción para condicionar el miedo a la rata blanca.
Cada ensayo de condicionamiento consistía en presentar la rata a Albert, y después golpear la barra de acero. Al principio Albert se acercaba a la rata cuando se le presentaba. Tras cinco ensayos, Albert mostró una reacción de miedo intensa ante la rata. Lloriqueaba o sollozaba, se alejaba de la rata todo lo posible y a veces se escapaba gateando. Estas respuestas de miedo no aparecían cuando a Albert se le presentaban sus juguetes.
Sin embargo, el miedo se generalizó pronto a otros objetos peludos (un conejo, un abrigo de piel, un trozo de algodón, un perro y una máscara de Santa Claus).
El miedo y la ansiedad son fuente de una parte considerable del sufrimiento humano, y en caso de ser lo suficientemente intensos, pueden producir serios problemas psicológicos y conductuales. Hay un gran interés en descubrir, por tanto, cómo se adquieren el miedo y la ansiedad, cuáles son los mecanismos neuronales del miedo y cómo puede atenuarse con tratamiento farmacológico y conductual.
Muchas de estas cuestiones no pueden tratarse experimentalmente usando sujetos humanos, por tanto, desde el estudio del pequeño Albert, los investigadores han examinado este condicionamiento utilizando sobre todo ratas de laboratorio.
Por María Cañete Usón