Ya tenemos aquí la primavera, las horas de luz aumentan, las temperaturas suben y los ríos y barrancos comienzan a recibir las aguas resultantes de la fusión de las nieves de nuestras altas cumbres. Es el momento de desempolvar nuestro neopreno y disfrutar del descenso de barrancos. Algunos aguerridos barranquistas no permiten que su neopreno coja polvo ya que incluso practican este deporte en pleno invierno, cuando las aguas corren gélidas o incluso no corren, ya que están congeladas, pero esto es otra historia…
Para nuestro equipo de Técnicos Deportivos de Barrancos el inicio de la temporada de barrancos siempre es un momento de alegría. Volver a compartir diversión y adrenalina con vosotros es algo especial, por eso desde ECOAVENTURA PIRINEOS nos gustaría explicaros un poco más sobre este deporte y deciros que ya estamos preparados para acompañaros.
Antes de nada os diremos que podréis escuchar o leer términos como descenso de barrancos, descenso de cañones o barranquismo y básicamente todos hacen referencia a la misma actividad. ¿Pero en que consiste? Pues antes de profundizar más os diremos que es un deporte de aventura y consiste en descender el cauce de un barranco o rio de montaña sorteando las diferentes dificultades técnicas y naturales que nos encontremos. Para ello tendremos que descender por una cuerda practicando rapel, trepar y destrepar resaltes de roca, saltar al agua, deslizarnos por rocas pulida por la acción del agua, nadar, bucear, etc. Como veis, de todo menos aburrirnos.
Vamos a remontarnos un poco en el tiempo para intentar justificar el por qué nos metemos en un barranco para descenderlo. Como cualquier actividad deportiva o recreativa que se practica en la montaña, antes tuvo un origen práctico y propio de la subsistencia de nuestros antepasados. Lo que hoy conocemos como senderismo o trekking ya lo hacían los antiguos pueblos nómadas o los pastores trashumantes, lo que hoy conocemos como escalada ya se hacía para acceder a abrigos rocosos donde protegerse durante periodos más o menos largos o para acceder a algún enjambre para coger miel, igualmente también se accedía al fondo de los barrancos por motivos como abastecerse de agua de un manantial, pescar o buscar una cabra perdida del rebaño…
Pero si queremos acercarnos un poco más al concepto actual de descenso de barrancos como deporte tendremos que irnos a finales del S.XIX y principios del XX y hablar de Édouard-Alfred Martel, Louis Armand y Lucien Briet. Todos pertenecían a la Sociedad de Espeleología de Francia. Tanto Martel como Armand se dedicaron a la exploración de cañones, pero centraron su actividad en cavidades y cuevas, mientras tanto, durante la primera década del S. XX Lucien Briet, entusiasta explorador y fotógrafo, se adentro en gran parte de los barrancos del Pirineo y Sierra de Guara (Huesca), todo este trabajo fue documentado y de gran ayuda para las posteriores exploraciones.
Estas primeras incursiones tenían un carácter entre exploratorio y científico y se realizaban remontando los cauces de los barrancos. Por lo tanto podríamos decir que fue antes el “ascenso de barrancos” que el descenso de barrancos. Esto hacía que la progresión fuera muy difícil y lenta, para ello empleaban diferentes artilugios, escaleras, embarcaciones y gran número de personas, por lo tanto, dedicaban varias jornadas dentro del barranco. Aún no tenían ni las técnicas, ni los materiales necesarios para plantearse la exploración de forma descendente, siguiendo la corriente del agua.
Habría que esperar hasta el año 1933 para que un grupo de franceses realizara el primer descenso de barrancos que hay documentado, se trataba del cañón de Olhadubie en el País Vasco francés.
En España tenemos que destacar el actual Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, en el prepirineo de Huesca, esta zona es la que alberga la mayor cantidad de barrancos o cañones por kilometro cuadrado de toda Europa y fue allí donde, sobre todo, a partir de los años 70 se comienzan a seguir los pasos de Briet y las exploraciones y aperturas de descensos deportivos tal y como hoy los conocemos no dejan de sucederse, en un principio, por grupos franceses y poco tiempo después acompañados por los pioneros españoles. Los primeros descensos en el Pirineo no tardaron en llegar siendo especialmente a partir de los 80 cuando estos comienzan a realizarse.
Como ya hemos visto, el descenso de barrancos surge como una variante de la espeleología, por lo tanto los primeros materiales y técnicas que se utilizaron fueron los de esta disciplina, también se empezaron a utilizar técnicas propias de la escalada, pero esto era insuficiente ya que no se podía obviar el carácter acuático de los barrancos, especialmente cuando bajaban con un fuerte caudal, por lo tanto, también se empezaron a emplear técnicas y materiales de aguas vivas que provenían del piragüismo y del kayak.
Es por esto el sentido de nuestro enunciado y por lo que podemos considerar (siempre empleando el humor y salvando la distancia) al barranquismo como si fuera una creación del propio Víctor Frankenstein, empleando miembros de diferentes cuerpos para crear un ser “perfecto” con el fin de desafiar a los torrentes que bajan de la montaña. Hoy en día podemos afirmar que el descenso de barrancos es un deporte con identidad propia que cuenta con sus propias reglas de juego, sus propias técnicas y sus propios materiales específicos.
Este deporte ha tenido una gran aceptación y una rápida evolución, hoy día cuenta con miles de practicantes solo en España, es por ello por lo que cuando llega el buen tiempo podemos ver por algunas zonas de montaña cantidad de grupos de barranquistas embutidos en coloridos trajes de neopreno y numerosos artilugios colgando de sus arneses.
No es de extrañar que el barranquismo tenga tantos seguidores ya que este deporte te permite adentrarte en un entorno repleto de belleza, donde el agua ha ido peleando con la roca durante millones de años para sacarle formas y colores que nos sorprenderán. Si a este aspecto estético le añadimos la suma de emociones y descarga de adrenalina que sentiremos durante todo el descenso, tenemos el cóctel perfecto y el motivo por el cual esta actividad se ha convertido en uno de los deportes estrella de la montaña estival.
Pero esto también tiene su parte negativa y es que estamos hablando de una actividad que conlleva un alto riesgo inherente a su práctica. Cada año suceden cantidad de accidentes por falta de formación o mala planificación, por ello es fundamental una adecuada preparación física y técnica, y como siempre en la montaña, mucha prudencia y honestidad con nosotros mismos a la hora de elegir el nivel de dificultad de nuestra actividad.
Para disfrutar de un barranco, a parte de una buena preparación física y técnica, es muy importante realizar una meticulosa planificación de la actividad, para ello tendremos que recopilar toda la información que podamos sobre el descenso: tiempos de aproximación, descenso y retorno, posible combinación de vehículos, estudiar los croquis y reseñas, localizar los posibles peligros y posibilidades de escape, elegir el material adecuado, especialmente los metros de cuerda teniendo en cuenta el rapel más largo, etc., y por último, pero no menos importarte, siempre estudiar las condiciones meteorológicas, esto es fundamental siempre en cualquier deporte de montaña, pero en el descenso de barrancos es vital, pues si nos sorprende una crecida dentro de un barranco puede ser fatal. Para ello tenemos que tener en cuenta aspectos como las tormentas y entender que hay barrancos con cuencas de recepción muy amplias, esto quiere decir que la tormenta se puede producir a varios kilómetros de distancia, pero la crecida puede llegar a donde estamos. También es importante la temperatura, ya que cuando sube, sobre todo de cara a la tarde, hará que la nieve que haya en las cumbres se derrita rápidamente y aumenten los caudales. Hay muchos barrancos cuyo caudal está regulado por una presa, por lo tanto también tenemos que informarnos sobre una posible suelta de agua. Como veis son muchos los factores a tener en cuenta, pero nunca debemos descuidarlos y pecar de exceso de confianza.
Como hemos dicho, la formación técnica es fundamental para disfrutar del barranquismo con seguridad, por ello si quieres iniciarte en este deporte no dudes en contar con los servicios de un guía de barrancos titulado y si quieres adquirir cierta autonomía realiza un curso de iniciación donde aprenderás a planificar tu actividad y todas las técnicas necesarias. Desde ECOAVENTURA PIRINEOS estaremos encantados de acompañarte y de formarte.
Tanto en el Pirineo como en la Sierra de Guara tenemos cientos de barrancos de todos los niveles de dificultad para que cada uno, bien en pareja, con amigos o en familia pueda disfrutar de esta refrescante y divertida actividad.
Sólo nos queda desearos que disfrutéis de este deporte con seguridad y con respeto hacia el medioambiente de nuestras montañas.
Buenos descensos.