Por María Cañete Usón
Según la mitología griega, Narciso era un chico hermoso y atractivo. Todas las mujeres quedaban enamoradas de él, pero este las rechazaba. Entre las jóvenes dolidas por su rechazo estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por esto había sido condenada a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera, siendo incapaz de hablar a Narciso sobre su amor.
Un día en el bosque, ella lo siguió. Cuando él preguntó “¿Hay alguien aquí?”, Eco respondió “Aquí, aquí”. Narciso no fue capaz de verla oculta entre los árboles y le gritó “¡Ven!”, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos, siendo rechazada por Narciso, por lo que la ninfa se ocultó en una cueva desolada y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz.
Como castigo a Narciso por su engreimiento, Némesis hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en un estanque, quedando tan absorto e incapaz de separarse de la misma, que acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una flor, un Narciso.
Este mito nos da las claves para entender el significado de la palabra “narcisismo”, rasgo de personalidad presente en algunas personas y que deriva en algunos casos en un Trastorno de la personalidad narcisista, trastorno mental en el que las personas tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una gran carencia de empatía por los demás. Sin embargo, detrás de esta máscara de seguridad, encontramos una autoestima frágil y vulnerable a la crítica más ínfima.
Algunos de los signos más conocidos de las personas que sufren Trastorno de personalidad narcisista son:
- Tener un sentido exagerado de prepotencia
- Tener un sentido de privilegio y necesitar una admiración excesiva y constante
- Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen
- Exagerar los logros y los talentos
- Estar preocupadas por fantasías acerca del éxito, el poder, la brillantez, la belleza o la pareja perfecta
- Creer que son superiores y que solo pueden vincularse con personas especiales como ellas
- Monopolizar las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores
- Esperar favores especiales y una conformidad incuestionable con sus expectativas
- Sacar ventaja de los demás para lograr lo que desean
- Tener incapacidad o falta de voluntad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás
- Envidiar a los otros y creer que los otros los envidian a ellos
- Comportarse de manera arrogante o altanera, dando la impresión de engreídos y pretenciosos
- Insistir en tener lo mejor de todo
Por otro lado, a estas personas les cuesta aceptar cualquier crítica y pueden:
- Ser impacientes o enojarse cuando no se las trata de manera especial
- Tener notables problemas interpersonales y ofenderse con facilidad
- Reaccionar con ira o desdén y tratar con desprecio a los demás, para dar la impresión de que son superiores
- Tener dificultad para regular las emociones y la conducta
- Tener grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios
- Sentirse deprimidos y temperamentales porque no alcanzan la perfección
- Tener sentimientos secretos de inseguridad, vergüenza, vulnerabilidad y humillación