Por María Cañete Usón
Seguro que has oído o conoces algún caso de alguien que está convencido de que su amor u obsesión por otra persona (en la mayoría de ocasiones famosa, poderosa y de posición social más alta) es recíproco, incluso aunque esta persona le haya rechazado en varias ocasiones o incluso no haya tenido contacto con él/ella. Esta creencia es lo que llamamos Erotomanía o delirio de Clérambault (psiquiatra que la dio a conocer).
Las personas que sufren este trastorno piensan que todo lo que hacen o dicen las personas amadas son mensajes subliminales dirigidos a ellos de forma encubierta, y lo más probable es que si se llega a dar el caso de que esa persona les rechaza, justifiquen este rechazo como muestra de vergüenza o cualquier otra escusa que les haga mantener esa idea delirante.
Este trastorno está muy relacionado con el denominado “fenómeno fan” y para muestra de ello nada mejor que recordar el intento de asesinato de Ronald Reagan, que fue llevado a cabo por John Hinckley Jr., quien sufría un trastorno erotomaníaco hacia la actriz Jodie Foster y no encontró mejor manera de “demostrar su amor” (correspondido en su mente) que esta. También se ve acrecentado este tipo de delirios por el elevado uso de las redes sociales en la actualidad, ya que nos permiten contactar con cualquier persona conocida o no.
Otro ejemplo, este más actual y ficticio, lo podemos encontrar en las primeras temporadas de la famosa serie de Netflix llamada You (alerta Spoiler), donde el personaje de Joe sufre, entre otros, este trastorno, y se obsesiona gravemente con sus víctimas.