Por María Cañete Usón
El término “Ghosting” proviene de la palabra inglesa “Ghost” que significa fantasma, por lo que entendemos este fenómeno como “desaparecer como un fantasma”.
Ocurre cuando, normalmente al principio de las relaciones con otras personas, parece que todo marcha viento en popa pero, de repente un día esa persona desaparece de nuestras vidas sin dejar rastro, se esfuma. En otras ocasiones se produce de forma más gradual, empezando a dar largas y negativas, que terminan desembocando en el mismo fenómeno.
Este fenómeno se ha acentuado en los últimos años debido al aumento de relaciones sociales que se mantienen a través de las redes e internet con multitud de personas. Eso no quiere decir que no pueda ocurrir con una persona más cercana a nosotros cuya relación ha sido más duradera, pero sí que es cierto que es más probable con esos primeros contactos.
El principal problema asociado a esta desaparición es que ocurre sin preverlo, sin percibir señales que nos den pistas de que esto va a ocurrir, simplemente un día están y al siguiente se los ha tragado la tierra, sin dar ninguna oportunidad a la conversación.
Obviamente, las consecuencias del “Ghosting” no tardan en llegar para la persona que lo ha sufrido, y estas pueden ser, entre otras:
- Humillación: Escribir a alguien y ver que no nos contesta, pasan los días y seguimos sin recibir respuesta, produce en nosotros humillación, nos hacen sentir que no les importamos en absoluto y que no merecemos ni una mínima explicación, siendo muy duro para quien lo vive.
- Culpabilidad: Lo primero que nos viene a la mente es que hemos hecho algo mal y eso ha provocado esa conducta de ausencia en la otra persona.
- Autoestima dañada: El sentimiento de inferioridad, de que no hemos estado a la altura, florece en estos casos. Sentir que no hemos sido suficiente daña nuestra autoestima.
¿Qué hago si he sufrido “Ghosting?
Lo primero de todo es no culpabilizarse a uno mismo, las personas que realizan este tipo de conductas son personas tóxicas que demuestran muy poco interés por el bienestar de los demás, por lo que cuanto más lejos, mejor.
Si tienes posibilidad de saber de esa persona a través de otros, no lo hagas. Practica el “contacto cero”, cuanto menos sepas, más rápido pasará esta experiencia tan desagradable.
Asume que ni te quiere ni le interesas, pero no por tu culpa, sino porque quizás esta persona tiene otros planes, afortunadamente para ti.