Por María Cañete Usón
“Tengo que pasar por el super antes de recoger a los niños”, “Hay que poner la lavadora”, “¿Qué comemos esta semana?”, “Que no se me olvide enviar este correo electrónico”, “Tengo que llevar al médico a la niña”
¡¡STOP!!
¿Te suenan todos estos pensamientos que tenemos a lo largo del día? Es lo que denominamos “carga mental” y recoge todas aquellas responsabilidades, quehaceres y tareas pendientes que tenemos en nuestra vida cotidiana, y más ahora, que nuestras vidas van a la velocidad de un rayo y nos pasamos el día haciendo y deshaciendo, sin descansar.
Podemos resumir este concepto como el esfuerzo mental necesario para sacar el trabajo adelante (familiar, social, laboral…), y que termina desgastando a la persona tanto mentalmente como emocionalmente si se extiende en el tiempo.
De hecho, esa constante sensación de no llegar a todo y tener siempre tareas pendientes va consumiendo a la persona por dentro y genera sentimientos de culpabilidad, frustración y sobre todo cansancio.
El sentimiento de realización de la persona nunca se consigue puesto que siempre hay actividades pendientes de terminar, y, además, cuando la carga mental nos supera, llegan los despistes, los olvidos y los errores, por lo que nuestra productividad baja alarmantemente, comenzando un círculo vicioso.
¿Qué podemos hacer para cuidar nuestra salud mental?
Lo primero de todo, pedir ayuda a los más cercanos, aliviar esa carga delegando y compartiendo tareas, y por supuesto, en caso necesario, solicitar ayuda profesional.
Otra de las técnicas que nos van a ayudar y mucho es la organización y priorización de actividades, determinar qué es urgente y qué puede esperar, y para ello podemos utilizar agendas y planificadores, siempre y cuando seamos realistas y no nos autoimpongamos más tareas de las que podemos hacer.
Finalmente, y no menos importante, ante todo este caos de quehaceres, es vital que encuentres tiempo para ti, para cuidarte, para descansar y para detener ese “come come” continuo de pensamientos y centrarte en el “aquí y ahora”.