Un estudio presentado en el X Simposio Nacional de Suelos celebrado en Burgos concluye que la particular combinación fisicoquímica de aguas de riego y suelos jugó un factor determinante para el desarrollo del melón de Torres de Berrellén en la localidad.
Para el estudio se analizaron parámetros físico-químicos de aguas de riego y suelos tanto en Torres como en otras 10 localidades del nordeste peninsular, comparando el contenido de sólidos solubles y el resultado de una cata de melones de Torres cultivados en 5 de estas poblaciones.
El resultado del estudio es que los suelos de Torres difieren texturalmente al de otras localidades estudiadas. La cartografía del contenido en arcilla identifica claramente la zona señalada por los más ancianos del pueblo (Huerta Alta del Jalón) como la mejor para el óptimo cultivo del melón de Torres de Berrellén. Cierto contenido en cloruro sódico del agua de riego puede ser clave en la calidad sensorial mientras que el alto contenido en arcillas es clave en su gran tamaño, como demuestran los análisis clúster realizados en ensayos de macetones y para las muestras de la huerta de Torres.

