Por María Cañete Usón
En una sociedad impulsada por el consumo y el materialismo, el acto de gastar dinero es una actividad común y necesaria. Sin embargo, para algunas personas, esta acción desencadena una respuesta de ansiedad abrumadora y un miedo intenso. Este fenómeno, conocido como crometofobia, no solo afecta las decisiones financieras de quienes lo experimentan, sino que también puede tener un impacto significativo en su bienestar emocional y calidad de vida.
La crometofobia es un término que describe el miedo patológico e irracional a gastar dinero. Las personas que sufren de este trastorno experimentan una aversión extrema hacia la idea de realizar compras, ya sea por necesidad o por placer. Este miedo puede manifestarse de diversas formas, desde evitar por completo cualquier tipo de gasto hasta experimentar ansiedad intensa o ataques de pánico al enfrentarse a situaciones que involucran dinero.
Síntomas y factores de riesgo:
Los síntomas de la crometofobia pueden variar en severidad y pueden incluir:
1. Evitación de gastos: Las personas con crometofobia tienden a evitar realizar compras en la medida de lo posible, incluso cuando es necesario o beneficioso. Pueden postergar la compra de artículos esenciales, como alimentos o ropa, debido a su miedo irracional a gastar dinero.
2. Ansiedad financiera: El pensamiento de gastar dinero puede desencadenar niveles elevados de ansiedad en quienes padecen crometofobia. Pueden experimentar preocupaciones persistentes sobre su situación financiera, incluso si están en una posición económica estable.
3. Sentimientos de culpa o vergüenza: Después de realizar una compra, las personas con crometofobia pueden experimentar sentimientos intensos de culpa o vergüenza, incluso si el gasto era necesario o justificado.
4. Impacto en la calidad de vida: La crometofobia puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen, interfiriendo con su capacidad para disfrutar de actividades cotidianas, mantener relaciones sociales y alcanzar sus metas personales y profesionales.
Algunos posibles factores que pueden contribuir al desarrollo de este trastorno incluyen:
1. Experiencias pasadas traumáticas: Experiencias negativas relacionadas con el dinero, como la quiebra financiera, el robo o el endeudamiento excesivo.
2. Educación financiera inadecuada: La falta de conocimiento sobre manejo del dinero y finanzas personales puede contribuir al miedo irracional a gastar dinero.
3. Modelos de comportamiento: El comportamiento observado en figuras de autoridad, como padres o cuidadores, puede influir en la percepción de una persona sobre el dinero y el gasto.
4. Trastornos de ansiedad comórbidos: La crometofobia a menudo ocurre junto con otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), lo que sugiere una posible conexión subyacente.
¿Qué tratamientos hay para este fenómeno?
El tratamiento de la crometofobia generalmente implica una combinación de terapia cognitivo-conductual (TCC), educación financiera y técnicas de manejo del estrés. La TCC ayuda a las personas a identificar y desafiar los pensamientos irracionales sobre el dinero y el gasto, mientras que la educación financiera proporciona herramientas prácticas para manejar las finanzas de manera efectiva.
Además del tratamiento profesional, existen estrategias que las personas pueden implementar para ayudar a controlar su crometofobia en la vida diaria. Estas pueden incluir establecer un presupuesto, practicar la atención plena para reducir la ansiedad y buscar el apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo.