El otro (el 26 de abril de 2010) corrí mi primer Maratón, y os voy a contar como llegue hasta esa línea de salida, y cruzar la meta.
Creo que es lo que todo corredor popular tiene en mente desde el día que empieza a correr. Además, para debutar quería correr uno grande y decidí Hamburgo.
En Hamburgo, en el año 2006, realizó el récord de España de Maratón Julio Rey (hasta el año pasado).
En abril del año 2009 comencé a correr (otra vez). Por aquel entonces vivía en Alemania, y con 3 salidas de 7km a la semana estaba orgulloso de mi. A los 4 meses me apunte a una media maratón, y con esa preparación llegue muy justito e hizo 1:44. Llego el verano y me mude a Oldenburg, donde sus parques y zonas verdes hicieron que saliera a correr más, y en otoño de ese mismo año corrí una media maratón en 1:28, además ahí conocí a Mario Pérez Iglesias. Con él comencé a quedar todos los domingos a correr una horita por los verdes caminos de Oldenburg, y se irían añadiendo más y más compañeros.
Llego el invierno y Mario me comento lo de la Maratón de Hamburgo, que él la iba a correr. Yo estaba muy verde para entrenar para una Maratón, pero un día a finales de enero me desperté guerrero y me inscribí a la Maratón. Se lo comenté a un buen amigo, el Trinkel, y me dijo que para preparar una mi primera maratón lo que tenía que hacer era tiradas largas. Ese fue mi mantra de los domingos con Mario: “Mario, el Trinkel que me ha dicho que tiradas largas, así que 2 horas”.
No quería hacer tiempo, no sabía lo que me esperaba, pero quería terminar la Maratón dignamente.
Yo no soy entrenador, por eso esto solo vale como mi ejemplo, y yo con un entrenamiento de martes y jueves 10 kilómetros relativamente rápidos, los sábados hora y media y los domingos 2 horas. Poco a poco mi forma fue mejorando, y lo que hacía era terminar más fuerte las 2 horas de los domingos, incluso hubo un par de veces que hice 2:30 (la última media hora solo).
La carrera la catalogué en mi cabeza como mi mejor carrera hasta la fecha. El circuito impresionantemente bello (aunque con más cuestas de las que pensaba, el km 41 horroroso).
El público de Hamburgo ya tiene un hueco en mi corazón, no hubo 100 metros sin un aplauso (a excepción de los 900 metros de túnel en el km 14 donde solo se escuchaban las zancadas), TODO PERFECTO.
La Maratón comenzó muy bien, me encontraba exultante, la adrenalina me salía por las orejas, solo quería correr y disfrutar.
A los 8 minutos me cruce con una chica que conocía de algunas carreras en Oldenburg, y me dijo que qué hacía tan atrás (ella quería hacer 3h15 pero estaba tocada), pulsé el botón de mi iPod y me dijo que mi ritmo actual era de 5:01 por km, así que decidí ir para delante. No ví ningún punto kilométrico hasta el km 4, el tiempo 16:02. Ahí me di cuenta de que me había pasado (recordé empieza como un Viejo para acabar como un joven), pero ya era tarde, así que pensé … salte del grupo y coge tu ritmo.
Claro que lo cogí, y al de delante lo cogí y así llegué a Fischmarkt, que nos recibió con el Queen Elisabeth amarrado a Puerto, y una cantidad inmensa de gente … era el km 9,5 la gente se agrupaba en las aceras, en el paseo, por los puentes, balcones … el bullicio era tal que conseguían elevarte, creo que ahí se podía volar. Estuve a punto de llorar de la emoción de tantos ánimos, de que estaba corriendo una Maratón, y en ese exacto instante todo eso era por y para mí.
Así que seguí a ese ritmo durante muchos kilómetros, solo, adelantando a gente.
En el paso de la media Maratón miré el reloj … 1h24m45s, después miré la pulsera con mi pacer … 1h34m56. Sonreí, anime a la gente que allí estaba y me devolvieron un ruidoso aplauso. Sabía que iba muy bien, pero el tío del mazo llegaría, calcule y vi que con 4:30 de media en la segunda mitad bajaría de las 3 horas.
En el kilómetro 23 estaba Christina (la mujer de Mario) me dijo “muy bien Jaime, vas muy bien” yo le conteste …” esto es increíble, no sé hasta donde puedo llegar, pero de momento a disfrutaaaaaaaaaaaaar”.
En esos momentos había cogido a un grupo grande, pero quería seguir a mi ritmo, así que me puse a tirar del grupo.
Hasta el km 32 conseguí ir a mi ritmo adelantando a gente y sin pensar lo que me quedaba. Pero al parar a beber (sí, por aquel entonces no sabía correr y beber al mismo tiempo) en el km 32,5 note una tremenda ampolla en el pie. Al empezar a correr me di cuenta de que no podía apoyar bien, así que acorté zancada y nada de impulsar del todo.
En el km 35 la ampolla reventó, y el líquido era desagradable … volvía a calcular el ritmo para bajar de 3horas, ahora podía ir a 5min/km … es lo que hice. Fue en ese instante donde me comenzaron a adelantar toda la gente que había pasado desde la media hasta el km 32.
Realmente me daba ya igual estaba hecho, y yo no iba a parar.
Desde el km 41 casi se podía ver la meta y en mi crono ponía 2:53:00 sonreí y comencé a levantar los brazos, y a gritar GESCHAFFT (que es conseguido en alemán). Y los últimos 195metros no baje los brazos ni un Segundo.
En esa última recta de meta, me acorde de todos los que habían corrido conmigo alguna vez, pero sobre todo de mis compañeros de entrenamientos y André en Zaragoza, tantas tardes de fatiga juntos en el parque … esa fue mi forma de deciros GRACIAS, ellos fueron los que me ayudaron a que eso pueda ser real. También Mario tiene muchísima culpa de que yo acabase corriendo maratones, ya que sin él no me hubiese decidido a correr esa primera, ni hubiese tenido la fuerza mental de comenzar a hacer esos trotes largos.
Así que GRACIAS … PROMETO ESTAR AGRADECIDO … 2h58m04 (paso de la media 1h24m41s)