Estamos acostumbrados a introducir en nuestro lenguaje palabras de otros idiomas, pero no tenemos muy claro qué significan… hoy vengo a explicaros el significado del anglicismo “Mindfulness”, que seguro lo habréis escuchado o leído en algún lugar.
Esta palabra se utiliza para designar el concepto psicológico de “Atención plena”, que consiste en tomar conciencia del momento presente focalizando la atención en nuestros propios pensamientos, emociones, sensaciones corporales, respiración o ambiente que nos rodea (por ejemplo sonidos, olores, temperaturas…) sin juzgar ni justificar. Simplemente prestar atención.
Pero… ¿para qué sirve esta “Atención plena”?
Principalmente, es una técnica psicológica que se ha venido desarrollando en los últimos años para dotarnos de un método para aprender a gestionar emociones y pensamientos, y así poder afrontar las situaciones de la vida. Además, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y aceptarnos, logrando con ella un profundo estado de conciencia libre de juicios.
¿Cuándo se debe practicar?
Lo ideal sería media hora al día de Mindfulness, pero al principio se recomienda empezar con sesiones más cortas (unos 10 minutos) para ir acostumbrándonos. Si sobrepasamos ese tiempo al comienzo de aplicar esta técnica, puede generarnos frustración por no conseguir focalizar la atención y hacernos abandonar la práctica, perdiendo así los múltiples beneficios que tiene.
Es decir, conlleva cierto tiempo de práctica y entrenamiento hasta conseguir un buen resultado.
¿Dónde y cómo se practica?
Se aconseja que la realicemos en un lugar libre de ruidos, a una temperatura ambiente entre 18 y 25 grados. Es muy importante que desactivemos el teléfono y posibles alarmas; y si ponemos música de fondo, que sea relajante y con ciclos repetitivos para evitar que acapare nuestra atención.
Usaremos ropa cómoda, nos quitaremos el calzado y todos los complementos que puedan oprimir nuestro cuerpo.
La posición óptima es sentados en el suelo, con la espalda en ángulo recto para facilitar la respiración (podemos usar un cojín o una toalla para estar más cómodos), y manteniendo las piernas y los brazos relajados.
¿Qué beneficios tiene esta técnica?
- Ayuda a controlar el estrés y la ansiedad ya que reduce los niveles de cortisol (la hormona que genera el estrés)
- Influye en la calidad del sueño y ayuda a dormir mejor por la noche, ya que disminuye el nivel de activación
- Aumenta la capacidad de concentración
- Desarrolla la inteligencia emocional
- Mejora las relaciones interpersonales
- Favorece la creatividad porque la mente tiene más espacio para generar nuevas ideas
- Mejora la percepción del dolor en enfermos crónicos
Ahora os voy a dejar unos cuantos ejercicios para iniciaros en el Mindfulness que podemos realizar en nuestra vida cotidiana:
- Cuando te despiertes, antes de levantarte, pregúntate a ti mismo qué tal has dormido y cómo estás, poniendo tu atención en las sensaciones físicas
- Cuando te prepares el café por las mañanas no lo hagas de forma automática, escucha el sonido de la cafetera, aprecia el aroma y analiza el sabor…
- Durante el ejercicio físico, pon tu atención en la respiración, la postura y el movimiento. No dejes que los pensamientos negativos y las distracciones se apoderen de tu cuerpo ,déjalos pasar y céntrate en el cuerpo
- A mediodía puedes realizar unos estiramientos básicos, centrándote en el movimiento de tus músculos
- Durante una conversación con otra persona, escúchala sin interrumpir, sin dar tu opinión, sin autocompletar sus frases
- Cuando lleves más de una hora delante de la pantalla del ordenador, coge un papel y haz algún garabato, elige una idea y empieza a dibujar. Pon ahí toda tu atención y permite que este ejercicio sea un breve descanso (esto ayuda a entrenar la atención plena)
- Cada hora haz una pausa y evalúa el estado de tu cuerpo y mente, realiza un auto chequeo (¿Aprietas la mandíbula?, ¿tienes sed?, ¿cómo estás en esta postura?)
- Realiza en varias ocasiones una respiración profunda, lenta, llevando el aire al abdomen en lugar de al pecho. Retén el aire y déjalo salir lentamente por la boca. Repite esta respiración varias veces.