En estos tiempos tan inciertos, con tantas prohibiciones y restricciones, todos los que nos autodenominamos “Trailrunners” estamos como locos por participar en alguna carrerilla por la montaña. El ambiente, los nervios, el entorno natural….todo eso, para nosotros, no tiene precio.
Tal vez te has hecho la “preguntita”, ¿y si pruebo el TrailRun?.
Muchos han catado las mieles de esta disciplina. El TrailRun es una de las actividades más enriquecedoras que yo conozco. Aporta muchos beneficios, tanto físicos como psíquicos. Tal vez se por lo exigente de la actividad o porque su práctica se lleva a cabo en el medio natural, teniendo un abanico infinito de escenarios, convirtiéndose en el objetivo de superaciones personales, retos y sensaciones nuevas.
Aventurarse a correr por el monte es una opción que hemos tomado muchos de nosotros. Todo el que viene de correr por asfalto (o casi todos) y prueba el terreno irregular se queda maravillado por su exigencia, y suele convertirse en “Trailero”. Es una forma de correr que exige técnica, fuerza, pero también muchiiiisimooo control mental. Son muchas las técnicas que hay que tocar para prepararte en esta disciplina, por lo cambiante del terreno, ya que corremos por pedreras, hierba, barro, cruzamos torrentes de agua, etc. y todo esto contando con las subidas y bajadas; por lo que nuestra mente tiene que estar preparada para soportar una intensidad de trabajo elevada y prolongada en el tiempo….el umbral de sufrimiento tiene que estar siempre o casi siempre a la altura de la actividad que realicemos. No quiere decir que cada vez que corramos por el monte/montaña o un terreno irregular, tengamos que sufrir un calvario, pero sí que la exigencia es superior que en cualquier otra disciplina. Solamente con practicar Trail por la montaña es un gozo total. El paisaje, el aire y a satisfacción de nuestra superación personal, nos lleva a un estado de bienestar pleno. Sí, es verdad que sufrimos, nos manchamos, nos caemos, nos agobiamos subiendo y nos asustamos bajando pero………MERECE LA PENA OS LO GARANTIZO.
Fran Castro