Por María Cañete Usón
La primera sesión con un psicólogo puede generar muchas expectativas y preguntas, especialmente si es tu primera vez en terapia. Es un momento crucial para establecer una base sólida en la relación terapéutica.
Y aunque “cada maestrillo tiene su librillo”, aquí os dejo unas pinceladas de lo más común durante la primera sesión:
1. Presentación y establecimiento de confianza
El primer paso en una primera sesión suele ser una presentación personal. El psicólogo te dará la bienvenida y te explicará brevemente su formación, su enfoque terapéutico y la forma en que trabaja. Esto es importante para que te sientas en un espacio seguro y comprendas qué esperar del proceso.
La construcción de confianza es esencial desde el primer día, ya que es la base de cualquier relación terapéutica eficaz. El psicólogo te ofrecerá un espacio libre de juicios, donde puedes expresarte con total sinceridad.
2. Exploración del motivo de consulta
El psicólogo te hará preguntas para entender por qué estás buscando ayuda en este momento. Estas preguntas pueden abordar aspectos como: ¿Qué te preocupa?, ¿Has pasado por algún evento reciente que haya desencadenado esta búsqueda de apoyo?, ¿Has tenido experiencias previas en terapia?
Este es el momento de compartir las razones que te llevaron a buscar asistencia psicológica, ya sean problemas emocionales, conflictos en las relaciones, ansiedad, depresión u otras dificultades personales. El psicólogo no espera que tengas respuestas completamente claras desde el principio; de hecho, parte del trabajo terapéutico es ayudarte a clarificar lo que sientes y piensas.
3. Historia personal y contexto
Después de hablar sobre el motivo de consulta, el psicólogo probablemente te pedirá que describas brevemente tu historia personal y cualquier información relevante sobre tu vida actual. Esto podría incluir tus relaciones familiares y de pareja, tu situación laboral o académica y experiencias pasadas de salud mental o física.
Esto ayuda al terapeuta a entender el contexto en el que vives y cómo tu situación actual podría estar afectando tu bienestar emocional.
4. Establecimiento de objetivos
En esta primera sesión también se suelen discutir los objetivos de la terapia. A veces, estos objetivos no están claros en el primer encuentro, pero el psicólogo te ayudará a empezar a definir qué quieres lograr con la terapia. Estos objetivos pueden ser amplios al principio, como “sentirme menos ansioso” o “entender por qué me siento deprimido”, y con el tiempo se irán afinando a medida que el proceso avance.
5. Explicación del proceso terapéutico
El psicólogo te explicará cómo será el proceso terapéutico. Esto incluye la duración aproximada de las sesiones, la frecuencia de las mismas (semanales, quincenales, etc.), y el método que utilizará para trabajar contigo. Dependiendo del enfoque del psicólogo (cognitivo-conductual, psicodinámico, humanista, etc.), las técnicas que utilice pueden variar, pero lo importante es que tengas claro el camino que seguirán juntos.
6. Aspectos administrativos
La primera sesión también puede incluir aspectos administrativos como la duración de cada sesión (normalmente entre 45 y 60 minutos), tarifas y formas de pago y políticas de cancelación o reprogramación de sesiones.
Todo esto se aborda para evitar malentendidos y para que ambos sepan cómo funcionará.
7. Conclusión y próximos pasos
Al final de la primera sesión, el psicólogo hará un resumen de lo hablado, y te dará la oportunidad de hacer preguntas o expresar cualquier duda o preocupación que puedas tener. Es normal sentir algunas inseguridades al inicio, y el terapeuta estará allí para responder cualquier inquietud.
El cierre de la sesión incluirá una propuesta sobre cómo continuar. Puede ser que ya te sientas listo para programar una próxima cita, o que el psicólogo sugiera algunas reflexiones para que trabajes hasta la siguiente sesión. Recuerda que este es solo el comienzo de un proceso que puede ayudarte a mejorar tu bienestar emocional.