Cuando este 10 de julio se daba la salida de la I BTT Molinos del Quijote, se estaban culminando un montón de meses de esfuerzo, planificación y quebraderos de cabeza por parte de los miembros del Club Ciclista Pedrola. Hacía mucho tiempo que la idea nos rondaba por la cabeza. ¿Por qué no organizamos una cicloturista aquí, en nuestros montes? Conocemos el terreno, sabemos que puede ofrecer un recorrido divertido y exigente, y podemos hacer una prueba que sea un punto de referencia en el calendario deportivo de la Comarca y alrededores. Pero ante todo queríamos crear la ocasión para disfrutar en comunidad de una de las cosas que más nos gustan: la bicicleta.
Para un club pequeño como el nuestro es difícil sacar adelante un proyecto como este sin ayuda, por eso agradecemos de corazón el trabajo y la implicación de los voluntarios, el Servicio Deportivo Municipal, el Ayuntamiento, la Brigada, la Policía Local, Protección Civil y nuestros patrocinadores y colaboradores, sin los cuales no hubiera sido posible la realización de la prueba. Todos ellos acogieron con entusiasmo nuestras propuestas y colaboraron para que el día saliera redondo.
A las 08:30 se dio la salida de la prueba. Por delante esperaban 65 kilómetros con unos 900 metros de desnivel positivo acumulado. Un recorrido roto, de continúas subidas y bajadas, con repechos cortos y exigentes, y algunos tramos de sendas disfrutonas que hicieron las delicias de los participantes. Todo ello bajo la presencia constante de los molinos que pueblan nuestro ventoso monte. En los kilómetros 20 y 40 esperaban dos avituallamientos para proporcionar comida y bebida a los ciclistas.
Entre los 130 inscritos enseguida se formó un reducido grupo de cabeza cuyos componentes acabaron por copar las diez primeras posiciones. Poco a poco el grupo se iría estirando. Bruno Garcés, que sería el ganador final de la prueba, no tardó en liderar en solitario la carrera, con una ventaja creciente sobre el segundo que, a su vez, sacaba dos o tres minutos a la pareja que se disputaría la tercera posición. Luis Álvarez, Facu López y Adrián Garcés, miembros de nuestro club, realizaron también una brillante actuación: desde casi el inicio formaron un tridente veloz que ocupó las posiciones 6, 7 y 8 de la clasificación. La estupenda foto de Carlos Lalana los recoge en pleno esfuerzo en la subida al Coscojar.
El recorrido no dejó indiferente a nadie. Una de nuestras mayores satisfacciones fue la de oír que había gustado mucho y que había sorprendido positivamente a todos aquellos que ya conocían la zona. Confirmamos que el trabajo por diseñar una ruta atractiva y variada había dado sus frutos.
La prueba salía y acababa en el Pabellón Municipal de Pedrola. Allí los participantes pudieron disfrutar de entrada gratis a las piscinas y un picoteo con cerveza bien fría antes de la paella que reunió también a todos los voluntarios. Posteriormente se procedió a otorgar los premios de los podios de las distintas categorías y a un sorteo de prendas deportivas cedidas por los patrocinadores.
Como antes comentábamos, la victoria fue para Bruno Garcés (Alen Bikes) con una increíble marca de 02:24:31; en segunda posición quedó Javier Lahuerta (Club Ciclista Turiaso), que paró el cronómetro en 02:32:33, y el tercer lugar lo ocupó Álvaro Cobos (Enbizzi) con un tiempo de 02:33:43 .
El balance final nos ha dejado con muy buen sabor de boca. Hemos ofrecido una prueba atractiva con todos los servicios que ofrece cualquier prueba más grande y completamente asentada en el calendario (voluntarios entregados y amables, marcaje cuidado, avituallamientos, vehículos de apoyo en carrera, cronometraje, comida, aparcamiento y lavado de bicis, camiseta conmemorativa, trofeos, sorteo de regalos, fotografías, piscina…); hemos logrado un día de fiesta del deporte; han venido ciclistas de las tres provincias aragonesas y de Navarra… Lo mejor de todo ha sido ir recibiendo comentarios elogiosos de un montón de participantes, dirigidos al recorrido y a la organización, pero sobre todo a los voluntarios, que desinteresadamente han puesto su tiempo y esfuerzo al servicio de la prueba.
Ha sido una primera vez y estamos contentísimos por cómo ha ido todo, aunque somos conscientes de que todavía hay cosas que pulir y que podemos mejorar. Esperamos lograrlo en la edición del próximo año, para la que ya nos rondan unas cuantas ideas por la cabeza. Ojalá consigamos una participación todavía mayor y poder volver a escribir unas líneas en Ribereño Digital contando que de nuevo ha salido todo mejor de lo esperado.