¿Eres feliz? ¿Cuántas veces te has hecho esta pregunta?
La felicidad es una emoción que se produce cuando llegamos a un momento de bienestar o hemos conseguido ciertos objetivos que nos realizan como persona. Cada uno puede tener su propio significado, por eso solemos decir que es una “medida de bienestar subjetivo” que va a influir en nuestro comportamiento.
Hay estudios que indican que el mayor estado de felicidad se produce por las mañanas, ya que levantarnos pronto favorece la sincronización de nuestros ritmos biológicos con la luz del sol y nos hace sentirnos más activos y optimistas, menos estresados, y gracias a esto podemos planificar nuestro día con calma.
La felicidad es un estado, y como todo estado, podemos contribuir ayudando a nuestro cerebro a alcanzarlo, ¿de qué manera?:
- La música: activa regiones cerebrales relacionadas con procesos de recompensa y motivación, lo que se traduce en un sentimiento de bienestar
- La alimentación: el consumo de frutas y verduras aumenta la segregación de dopamina, lo que ayuda a sentirnos bien; además, el triptófano, presente en alimentos como el queso, la leche, los huevos, el pollo o el pescado, aumenta la segregación de serotonina, conocida como “la hormona de la felicidad”
A propósito de la alimentación y como curiosidad, en 2020 se hizo un estudio en España, donde se vio que los alimentos que más felices nos hacen a los españoles son la paella, la pizza y la tortilla de patata.
¿La felicidad siempre va asociada a la risa?
No, las personas felices no necesitan sonreír, ni sonreír es un indicador necesario de felicidad. Lo que sí que es cierto es que una persona feliz es más proclive a vivir situaciones donde pueda sonreír, pero no es determinante.
¿La risa y la felicidad se contagian?
Sí, y a diferencia del COVID, estas no nos hacen daño.
La risa es muy contagiosa, al igual que el bostezo, y se explica por la existencia de neuronas espejo en nuestro cerebro, las cuales se activan cuando vemos a alguien reír, y dan orden a nuestros músculos para empezar a hacer lo mismo, es decir, imitan acciones que captamos de forma inconsciente.
Por otro lado, la felicidad es contagiosa, precisamente porque rodeándonos de personas felices aumentamos la probabilidad de vivir situaciones felices, y eso es clave en la búsqueda de nuestro bienestar.
Así que: rodéate de gente positiva, aliméntate bien y disfruta de tus hobbies. Tu mente lo agradecerá.
Por María Cañete Usón