Seguramente no hayas escuchado esta palabra nunca, pero sí que has “procrastinado” más de una vez. Procrastinar es posponer o aplazar tareas y responsabilidades, sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables por miedo o pereza a afrontarlas.
Esta conducta es completamente irracional, puesto que somos conscientes de que evadimos una tarea, y también de que hacerlo es mala idea, pero aun así lo hacemos.
¿Estaríamos hablando de un problema de gestión del tiempo? La respuesta es no. Estamos ante un problema de regulación de emociones, ya que las personas se enganchan en este círculo irracional por su incapacidad para manejar estados de ánimo negativos en torno a una tarea.
Es precisamente el alivio temporal que se siente al procrastinar lo que hace vicioso el círculo, debido a que cuando somos recompensados por algo, tendemos a hacerlo de nuevo.
¿Qué efectos tiene la procrastinación?
La procrastinación puede llevarnos a una baja productividad, estrés crónico, angustia y baja satisfacción con nuestra vida. Es decir, procrastinamos para evitar sentimientos negativos, pero terminamos sintiéndonos aún peor.
8 consejos para evitar procrastinar:
- Haz una lista de tareas pendientes: Diferencia las prioritarias de las menos importantes, tener las tareas escritas ayuda a organizarse y tacharlas cuando están realizadas es una fuente de satisfacción. ¡Pruébalo!
- Se realista: No planifiques más tareas de las que no te va a dar tiempo a finalizar.
- Empieza ya: El momento adecuado para empezar con la tarea es AHORA.
- Ayúdate de técnicas de gestión del tiempo, como por ejemplo la técnica “Pomodoro”, que consiste en cronometrar 25 minutos durante los cuales estaremos realizando la tarea y 5 minutos de pausa; cada 4 periodos de 25 minutos, la pausa será algo más larga (entre 15 y 20 minutos).
- Evita las distracciones: Hoy en día es habitual que tengamos al alcance de la mano el teléfono con las redes sociales, correos electrónicos y WhatsApp, pero procura tener el teléfono en silencio y alejado de ti. Para comenzar con esta “desintoxicación” del Smartphone, te propongo una aplicación llamada “Forest”, donde fijarás una franja de tiempo durante la cual un árbol crecerá sano en tu pantalla (y no podrás acceder a más apps), si no llegas a finalizar ese tiempo que habías fijado sin tocar el teléfono, el árbol morirá.
- Respeta los descansos: Es tan importante realizar la tarea como desconectar de ella para descansar, esto te va a permitir retomarla con muchas más ganas.
- Si pones música, ponla sin letra, ¡puede aumentar tu productividad!
- Ponte fechas límite e intenta cumplir los plazos: Ten en cuenta posibles imprevistos que puedan surgirte y no lo dejes todo para el último minuto.