El primer automóvil propulsado por un motor de combustión interna, considerado el precursor de los vehículos modernos, se atribuye a Berta Benz y Karl Benz. Este automóvil comenzó a circular el 29 de enero de 1886 y a partir de ese momento la sociedad comenzó a experimentar una profunda transformación y un desarrollo sin precedentes durante el siglo XX.
Pero no todo iban a ser buenas noticas, a partir de la aparición del automóvil. No había finalizado todavía el siglo XIX cuando se produjo el primer accidente mortal con un vehículo propulsado por motor de combustión interna del que se tiene registro, y este hito también marcaría, de algún modo, la historia y la evolución de los vehículos automóviles, al evidenciar que el atributo “seguridad” también debía estar presente en su diseño y en las características de los vehículos automóviles.
Por cierto, en ese primer trágico suceso, ocurrido el 17 de agosto de 1896 en Londres, estuvo implicado uno de esos automóviles pioneros de Benz, el cual atropelló a un peatón que atravesaba la calzada, circulando el vehículo a la “escandalosa” velocidad de 6 kilómetros por hora, según declaraciones de su conductor, aunque hubo testigos que decían que iba mucho más rápido, a unos 12 kilómetros por hora.
Centro Zaragoza aborda en un artículo los avances que han transformado la forma en la que viajamos y el papel crucial de estos en la reducción de lesiones y pérdidas de vidas en las carreteras:
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