Remolinos se volcó, una vez más, con la Sal Silvestre en la última tarde del año. La carrera recorre las calles del pueblo y se puede hacer en bici, patín, andando y corriendo. Lo importante es la finalidad del evento. Este año, la recaudación ha sido para ASPANSOR, Asociación de Padres de Niños Sordos de Zaragoza: 1.720 euros sin contabilizar los ingresados en la fila cero. Además, hubo chocolate y regalos para todos.
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