El Trastorno del Espectro Autista (TEA) se define como la dificultad persistente en el desarrollo del proceso de socialización (interacción social y comunicación social), junto con un patrón restringido de conductas e intereses, dentro de lo cual se incluyen restricciones sensoriales (DSM).
Algunos de los signos tempranos del autismo según Canal y cols. serían los siguientes:
Retraso en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje:
- Dificultad para dirigir su mirada en la misma dirección en que mira otra persona
- No mira hacia donde otros señalan
- Ausencia de atención conjunta (no altera la mirada entre un objeto y el adulto)
- Ausencia de gestos comunicativos (no dice adiós con la mano, apenas señala para pedir)
- Ausencia de balbuceo social/comunicativo
- Ausencia de juego funcional o simbólico (por ejemplo dar de comer, vestir muñecos o bañarlos)
- Ausencia de palabras o frases simples
- Regresión en el uso de palabras o frases y en la implicación social
Alteraciones en el desarrollo de la interacción social, respuesta emocional y el juego:
- Falta de sonrisa social
- Falta de interés en juegos de interacción social
- Escaso interés en otros niños (los ignora o evita, no imita sus juegos)
- No responde cuando se le llama por su nombre
- Falta de interés por juguetes
- Escasez de expresiones emocionales acompañadas de contacto ocular asociadas a situaciones específicas
- Ausencia de imitación espontánea
Intereses restringidos y movimientos repetitivos:
- Ausencia o escasa exploración visual activa del entorno
- Tendencia a fijarse visualmente a ciertos estímulos u objetos (luces, por ejemplo)
- Tendencia a sobre reaccionar o sub reaccionar a sonidos o estimulación ambiental
- Movimientos repetitivos o posturas del cuerpo, brazos, manos o dedos
- Tono muscular, postura y patrones de movimiento anormales
A pesar de que actualmente contamos con muchos instrumentos para la detección temprana de este tipo de trastornos, la situación en España deja bastante que desear, ya que según datos del GETEA (Grupo de Estudio de los Trastornos de Espectro Autista), aunque las familias detectan los primeros síntomas a una edad media de 22 meses, el diagnóstico específico se realiza alrededor de los 4 años.
Por María Cañete Usón