Estimado lector, estarás pensando ahora mismo, ¿qué es FOMO? Seguramente no te suene de nada y es que son unas siglas inglesas que significan Fear Of Missing Out, es decir, Miedo a perderse algo o sensación de perderse algo.
Este fenómeno ha sido reconocido como un trastorno producido por el aumento de la tecnología y la cantidad de estímulos que se nos presentan diariamente en nuestras conexiones a la red, y es que precisamente ahí, en las redes sociales, se exponen a diario variedad de actividades que uno podría estar haciendo y nos dan múltiples oportunidades de interacción social. El problema viene porque muchas veces se presentan más opciones de las que podemos abarcar y esto nos lleva a la percepción de que otros están teniendo mejores experiencias que nosotros.
Llegados a este punto, perdemos el contacto con la realidad y es nuestra imaginación la que juega el papel protagonista al interpretar lo que vemos en las redes sociales.
Debido a nuestra conexión 24 horas al día con nuestros teléfonos móviles, este sentimiento se experimenta en varios momentos del día y con diferentes grupos, lo que nos conduce a que estemos siempre pendientes del “escaparate” que son las redes sociales para poder destacar entre nuestros “amigos”, donde intentamos mostrar cómo queremos ser y no cómo somos en realidad, pudiendo llegar a percibir la vida de los demás como exenta de problemas y mucho más emocionante que la nuestra.
En un estudio reciente del Dr. Andy Przybylski se concluyó que el síndrome FOMO tiene mayor intensidad entre la gente joven y en concreto entre los hombres jóvenes, estando relacionado con bajos niveles de satisfacción social (que causan sentimientos de inferioridad).
El síndrome FOMO puede llegar a provocar problemas de salud mental en estas personas porque puede producir ansiedad y depresión, por eso es muy importante educar en etapas tempranas sobre el uso correcto de estas tecnologías.