Todos conocemos parejas mejores o peor avenidas, o somos una de ellas, y es que el amor está formado por tres componentes que pocas veces (o ninguna) nos paramos a analizar, hoy vamos a adentrarnos un poco más en este tema.
Los tres componentes del amor en las relaciones interpersonales fueron descritos en la teoría triangular del amor por el psicólogo Sternberg, y estos son:
- Intimidad: necesidad de compartir, comprender, apoyar, tener una comunicación, respeto…
- Pasión: deseo de unión con el otro, placer, satisfacción, contacto…
- Compromiso: confianza, intención de un proyecto común, reconocimiento de obligaciones, estabilidad…
Estos tres componentes se combinan, y en función de cuál de ellos esté presente o ausente se configuran los siete tipos de amor que conocemos:
- Cariño: Formado por el componente “intimidad”, ausencia de “pasión y compromiso”. Este tipo de amor es el que caracteriza las buenas amistades.
- Encaprichamiento: Formado por el componente “pasión”, ausencia de “intimidad y compromiso”. Diríamos que es el amor a primera vista, la atracción.
- Amor vacío: Formado por el componente “compromiso”, ausencia de “intimidad y pasión”. Hay respeto y estabilidad pero la pasión y la intimidad con la otra persona han muerto.
- Amor romántico: Formado por los componentes “intimidad y pasión”, ausencia de “compromiso”. Es una relación inestable, a corto plazo, el típico amor de verano.
- Amor afectuoso: Formado por los componentes “intimidad y compromiso”, ausencia de “pasión”. Son parejas donde la pasión ha desaparecido y queda la compañía.
- Amor fatuo: Formado por los componentes “compromiso y pasión”, ausencia de “intimidad”. Son relaciones superficiales, donde hay secretos y no hay confianza.
- Amor consumado: Es la forma completa del amor, reúne los tres componentes “intimidad, pasión y compromiso”. Es la relación que todos quieren y pocos llegan a conseguir. Puede no ser permanente.
Y tú…. ¿qué tipo de relación interpersonal tienes?