Más de un centenar de personas y tres plataformas: plataforma en defensa de la huerta de Movera, plataforma en defensa del territorio de las Cinco Villas, y plataforma El Juncar es vida Ribera alta del Ebro, se reunieron en Luceni el sábado 15 de julio para manifestar su disconformidad con la implantación masiva de centrales eólicas y fotovoltaicas en sus territorios.
Luceni fue una de las concentraciones que se llevaron a cabo simultáneamente en diferentes ciudades de la península en la primera jornada de movilizaciones conjuntas de las plataformas que defienden un nuevo modelo de renovables. Más de 50 plataformas y entidades de distintos puntos del territorio organizaron acciones de movilización concentradas en 14 localidades: Carrizal (Gran Canaria), Ferrol (La Coruña), Igualada (Barcelona), Les Coves de Vinromà (Castellón), Lleida, Lucainena de las Torres (Almería), Luceni (Zaragoza), Málaga, Motril (Granada), Quintana Martín Galíndez (Burgos), Sumacàrcer (Valencia), Tarragona, Tolva (Huesca) y Tremp (Lleida). Contaron con el apoyo de las grandes redes a nivel estatal de plataformas que proponen una transición energética más sostenible, MacrorenovablesNO y Aliente (Alianza Energía y Territorio), así como de diversas redes autonómicas: Plataforma 13M “Aragón por la racionalidad energética”, Xarxa Catalana per una Transició Energètica Justa, No a la MAT Catalunya y Federació d’Ecologistes de Catalunya, entre otros.
Denunciaban que el modelo actual de transición energética, el que impulsan las multinacionales energéticas y nos imponen nuestros gobiernos, no es sostenible ni eficiente y provocará la destrucción de miles de hectáreas de bosques y cultivos.
Protestaban porque el actual modelo de transición energética, basado en grandes instalaciones de energías renovables en manos de multinacionales energéticas, causará destrucciones masivas en los espacios naturales y rurales, que forman parte del patrimonio común del conjunto de la ciudadanía.
La mayoría de las plataformas proceden de territorios que se ven amenazados por destrucciones como estas: grandes centrales industriales de producción de energía eólica coronando las montañas y causando la destrucción de grandes superficies de bosque y espacios naturales, hasta ahora bien conservados (incluso invadiendo espacios naturales protegidos de la Red Natura 2000 u otros) y provocando la muerte de numerosas especies en peligro de extinción; grandes centrales industriales fotovoltaicas que destruirá grandes extensiones de vegetación captadora de CO2 invadiendo muchos miles de hectáreas de cultivos (frutales, cereales, huerta…) cuando nos encontramos en un contexto de crisis climática que causará crisis de hambre en todo el planeta; miles y miles de líneas de alta tensión que tejerán una densa red cubriendo todo el territorio, instalando torres eléctricas de 80-60 m. de altura y cortando la vegetación que crece bajo el cableado, en una anchura media de 30 m. a lo largo de todo el trazado; centrales hidroeléctricas de bombeo reversible que en algunos casos supondrá la destrucción de importantes tramos de las cuencas fluviales o de barrancos naturales, eliminando zonas de alta concentración de biodiversidad, expulsando gente de sus casas ocupadas durante generaciones y mermando las poblaciones de numerosas especies protegidas o en peligro de extinción.
Todas las plataformas movilizadas durante esta jornada, así como los cientos de plataformas que las apoyan, piden a los gobiernos autonómicos, de Madrid y Bruselas, que detengan las autorizaciones en las grandes centrales de renovables, reflexionen, planifican y legislen un nuevo modelo de implantación de las renovables.
Exigen la implantación de un nuevo modelo de transición energética que sea realmente sostenible, eficiente y positivo para el conjunto de la sociedad: que democratice la energía impulsando las instalaciones de autoconsumo individual y colectivo, tanto en los hogares como en las empresas, potenciando las comunidades energéticas; que priorice la implantación de centrales de renovables sobre espacios degradados (canteras abandonadas, escombreras, etc.); que aproveche todas las superficies urbanas o alteradas por el hombre (tejados, aparcamientos, vías de comunicación, polígonos industriales, invernaderos, …); que planifique la producción de energía de proximidad evitando los impactos y pérdidas energéticas de las líneas de alta tensión; que reduzca el consumo energético mejorando la eficiencia en el transporte, así como en las instalaciones industriales y domésticas; que impulse un decrecimiento bien planificado que priorice el bienestar de las personas, especialmente las más vulnerables; que prohíba la destrucción de bosques y espacios naturales; que impida la destrucción de los suelos agrarios y proteja al sector primario, capacitándolo para proveer de alimentos de proximidad y garantizando unos precios razonables que cubran los costes de producción; que no fomente la despoblación de las áreas rurales, garantizando los servicios mínimos imprescindibles y el derecho a la salud de las personas que las habitan; que no destruya la avifauna ni las especies terrestres o marinas, garantizando la preservación de los ecosistemas naturales y los valores del paisaje, que constituyen un patrimonio común insustituible; que desarrolle planes territoriales de transición energética que ponga la energía al servicio de los ciudadanos, basándola en empresas locales que dinamicen la economía y generen empleo; que articule mecanismos de participación ciudadana, a través de las plataformas y entidades, con capacidad de decisión sobre los proyectos que afecten a cada territorio.