Son much@s los que se han lanzado a probar las bondades del Running o del Trailrun. No sólo se trata de la práctica de un deporte, sino de una forma de vida. Todos los que realizamos este tipo de deporte, ya sea “asfaltero” o “trailero”, tenemos algo en común, las ganas de desconectar, de evadirnos. Pienso que la mayor expresión de libertad es correr, correr sin más, sin límites…..
Cuando nos calzamos las deportivas y salimos a entrenar, sentimos que estamos haciendo algo, algo muy bueno, tanto psicológicamente como físicamente, son todo beneficios. La mayoría de nosotr@s tras realizar el entreno, nos encontramos en un estado de relajación completo, es como si hallásemos la paz interior, conciliación con nosotros mismos. Algo parecido pero en sentido contrario ocurre cuando no corremos, cuando por no salir de la zona de confort, por no dar ese pasito, nos quedamos sin salir a entrenar, suele pasar que el remordimiento aparece y la sensación de que algo nos falta no tarda en hacer presencia.
Por mi experiencia, que son 21 año haciendo Trail, veo que cuando alguien da ese pequeño paso y se inicia en la disciplina de correr, ya sea por asfalto como por terreno irregular, comienza una nueva vida. Se abren las puertas de un nuevo mundo, conoces gente, oxigenas tu mente, tu cuerpo y en mi caso, interactúas con el medio natural, se produce una desconexión con lo monótono.
También hay que apuntar que para correr no hace falta ser una “máquina”, cada uno tenemos un nivel y unos objetivos. A los corredores que entrenan conmigo, cuando empiezan, siempre les pregunto “¿Cuál es tu objetivo?”, “¿hasta dónde quieres llegar?”…..no les pregunto “¿hasta dónde puedes llegar?”, porque sin saberlo la mayoría de nosotros creemos que nuestro listón está por debajo de nuestra capacidad, sobre todo si se empieza. Nada más lejos de la realidad, con esfuerzo, constancia y sobre todo ilusión podemos fijarnos unos objetivos reales; somos conscientes de los límites, y estos tienen que tener su base en el entrenamiento diario y en la evolución progresiva que consigamos. No podemos, de buenas a primeras, salir a correr y pretender subir un 3000, o intentar correr una maratón, por eso debemos intentar llevar un entrenamiento acorde a nuestro estado físico y ajustarlo a nuestra vida social y laboral.
Una buena base es lo primero que hay que tener para construir algo y tenemos que ser humildes a la hora de dar comienzo a una rutina de entrenamiento, no conseguiremos nada si lo damos todo al principio y después nos damos cuenta que ese no era el nivel que nos correspondía.
Para terminar solo añadir una cosa. Si por tu cabeza está pululando la idea de iniciarte el mundillo de correr, cuidadín por que …….ENGANCHA.-
Por Fran Castro